lunes, 20 de octubre de 2008

1,60 €

Muy buenas de nuevo.


Hace mucho que no actualizo el blog, y creo que más de uno me habéis borrado de la lista de sitios a visitar por seta. En fin, que el viernes pasado me sentí llamado a escribir de nuevo, ilustrado por un foto tomada con el móvil sin limpiar antes la lente, por lo que la calidad es una porquería... casi tanto como el objeto fotografiado.


Porque lo del café de los aeropuertos es como para poner una denuncia ante algún defensor de Juan Valdez o similar. Suele ser caro (o muy caro), y sin considerarme un gran conocedor de aeropuertos, suele ser malo (o peor). Por supuesto te lo dan en un cómodo vaso de papel, o en algún caso excepcional, en taza, acompañado de una glamurosa cucharilla de plástico y de un azucarillo canijo que siempre es insuficiente para matar el sabor del brebaje que te han servido.

Pero por algún motivo que espero que alguien me ayude a descubrir, cuando toca esperar en un aeropuerto, siempre caigo en el mismo vicio: café y periódico. Y siempre me quejo de lo malo que está el café... ¿tendré remedio?

Un abrazo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las noticias de los periódicos también suelen estar en consonancia con la calidad del café... pero eso es otro tema...