Después de volver de Bretaña, un día nos quedamos en Mataelpino. La ventaja de tener que madrugar mucho en verano (si es que tiene ventajas) es que tienes la ocasión de ver amaneceres como este.
Os lo dejo para que disfrutéis. Un abrazo
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Que casualidad !!! Hace una año yo también tuve la oportunidad de madrugar en Mataelpino y descubrirme deslumbrado por ese espectáculo que era un nuevo amanecer … en mi vida !!!
1 comentario:
Que casualidad !!!
Hace una año yo también tuve la oportunidad de madrugar en Mataelpino y descubrirme deslumbrado por ese espectáculo que era un nuevo amanecer … en mi vida !!!
Un abrazo grande
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